miércoles, 1 de mayo de 2013

El deseado Port d´es Canonge


         Eramos muchos del grupo los que deseábamos hacer esta ruta, por diversos motivos por la belleza de la zona, por conseguir un nuevo reto, por  cumplir cada vez mas los desafíos propuestos, y es que lejos quedaron ya esas rutas por Biniali, Lloret, Ruber y esa otra zona de la isla que tan buenos momentos, tantos kilómetros y experiencia nos ha dado para ahora poder ponernos cotas mas altas, en mi caso hacer la ruta del  Port era un desafío especial porque fue en esta ruta donde comenzó mi afición por la bici y la montaña  Para recordarla pincha aquí. y rememorar  momentos (otros no tanto)como aquellas primeras pedaladas que tanto me costaron dar (quien inventaría las calas de los pedales) aquel querer y no poder por falta de fuerzas y experiencia, por todo eso quería volver y disfrutarla.

Habían sido varias las  intentonas de realizar esta ruta en las semanas anteriores pero unas veces el desconocimiento de parte del recorrido y otras el tiempo de duración de la etapa nos habían hecho desistir en el intento (aunque nos sirvieron para conocer "El corazón de Jesús de Rio de Janeiro Esporles").

La quedada fué en Esporlas y aunque el tiempo daba agua, las ganas no nos impidió quedar equipados con chubasqueros por si acaso. Las 8:30 era la hora elegida, la plaza del pueblo el lugar, desde donde tras el correspondiente cortadito salir en dirección carretera Puigpunyent hasta el desvío del camí des Correo con partes del recorrido mas transitables que otras, algunas pie entierra imitando a nuestro peregrino otras sorteando caminos romanos no exentos de dificultad  hasta parar a una carretera estrecha  con unas vistas de la sierra impresionantes con el mar al fondo que nos llevó hasta el carrer de sa Font de la Vila de Banyalbufar de ahí subimos por la carretera hasta el desvío del mirador, y desde aquí comenzamos otro descenso por ses Voltes del General bordeando la costa con vistas inmejorables con alguna salida de pista que otra y es que el camino a veces  incitaba a dejar rienda suelta al disfrute, pero como dijo aquél cada uno se baja de la bici como quiere lo malo es que siempre hay alguien para inmortalizar ese momento.

El encanto de estar tan pronto mirando el mediterráneo desde arriba de la montaña a 520 metros por encima del nivel del mar a estar en unos minutos en la orilla tocando el agua nos hizo gastar muchos megas de memoria en fotos (hace unos años sería un carrete de 36) y ese encanto se torno en esfuerzo cuando una vez abajo y consumido alguna fruta y barrita energética (véase Alfonso consumiendo su fruta preferida) para afrontar la vuelta atrás que suponía subir todo lo que habíamos bajado pero con un desnivel mas pronunciado y en una distancia mas corta, pero aquel recuerdo de subida imposible  para mi primera vez en bici se volvió  satisfacción y superación y por supuesto mejor forma física, y no solo mía sino de todos los que realizamos la etapa, que superamos la subida sin sobresaltos.

Superado el escollo, vuelta a Esporles donde nos esperaba un tentempié hipercalórico para justificar el esfuerzo realizado.

En fin otra ruta superada  de esas que crean afición, y ya pensando en la próxima  pendiente también desde hace mucho tiempo "Monasterio de Cura".

FOTOS: