martes, 13 de marzo de 2012

RUTA DEL CLEMBUTEROL



    Antes de iniciar este relato, he de adelantar que soy nuevo en esto, que no pretendo ni ocupar ni sustituir a nuestro redactor jefe, sino que como actualmente se encuentra realizando una dura  pero maravillosa etapa, la de cuidar a su hija Paula, he creído conveniente intentar realizar algo parecido a su trabajo, de tal forma que lo hagamos participe de nuestras salidas intentando que se sienta como si nos hubiese acompañado.

   Con tu permiso, Candi, paso a redactar nuestra etapa de hoy,
       va por ti:

    Como cada viernes los wassap sobre las 21:30 horas echaban humo preparando la ruta del sábado, pero como es habitual en nuestro grupo sin conseguir que llegásemos  a ninguna conclusión.

     Finalmente el sábado llegó y allí estábamos a las 8:30h en nuestro punto de encuentro “el bar de la Vieja” Salva, Albert, Eu y nuestro último fichaje el internacional “Juan”.

     Solo hizo falta una llamada para que nuestro impulsor y mentor “Josep”, aun sin haber quedado, se enfundase su culotte y nos esperase en el punto de salida “polideportivo de Sineu”, eso sí Candi, esta vez sin preámbulos, ni preparativos, ni cafés…, bicis y a pedalear.

     La jornada comenzó con sorpresas, el internacional, tras el relato de la ruta anterior, apareció con zapatillas shimano y calas nuevas, hecho este que como es evidente produjo su bautizo, cuatro caídas, en asfalto, montaña, bosque y prado, estrenó todos los terrenos, eso sí, en ningún momento se rindió, ni decayó, con su insistencia y tesón las calas domó y al ritmo de todos la etapa finalizó. 











     Pero las sorpresas no quedaban hay, la mayor sorpresa la produjo Josep, “apareció con otra, sí, sí , con otra”, cambio su Lapierre por una Specialized;












 pero no solo eso, su mirada… era distinta, su pedaleo… rítmico, su respiración… pausada y su nivel… profesional.  





       Albert, Salva y yo (porque Juan estaba por el suelo) nos miramos preocupados, que fue del antiguo Josep?, donde estaba?, que había cambiado? Y la verdad no había cambiado nada, simplemente y tras oírnos hablar en más de una ocasión, nos dio una buena lección, una lección de ciclismo, que hizo que bajásemos al suelo y nos diéramos cuenta que aun seguíamos siendo unos globeros, eso si, sense calçons (bueno el internacional ¿????), pero globeros.














Tras esto y a pesar de las condiciones adversas ....














 la ruta proseguia, a veces con toques duros, pero divertidos al mismo tiempo.

 Tuvimos algún que otro percance, 






                                                                                                                         pero que no impidió, que cómo, en cada una de las que realizamos se convirtiera en toda una muestra de compañerismo, complicidad y diversión, que es, en definitiva de lo que al final se trata.

















     Y como es habitual, no podía faltar el “Bon Berenar” . Al principio los gestos de las caras eran un poco extrañas....

  .......pero tras la toma de liquido reconstituyente...
 los gestos ya cambiaron,

     y de vuelta a dar de nuevo el 100% hasta el punto inicial, donde espero que  no acabe nuestro buen pedalear.